La actualidad está plagada de noticias de toda índole que informan del auge del cigarrillo electrónico, o ahondan en la controversia que ha suscitado este producto en muy poco tiempo. Para muchos, se trata de un sustituto del cigarro tradicional para poder “vapear” en sitios que hasta ahora estaban vetados, y para otros, es un método para dejar el tabaco. Pero también ha pasado a representar el papel de enemigo público nacional para algunas élites y grupos de presión.
Pasado el boom inicial, ha llegado el momento de analizar la situación con equilibrio y distancia. Así que repasemos algunos datos y cifras interesantes sobre este sector.