A grandes rasgos, esto es lo que se desprende del proyecto de Real Decreto por el que se regulan la fabricación, presentación y venta de los productos del tabaco y los productos relacionados, elaborado para incorporar al ordenamiento jurídico español la última directiva europea del tabaco.
Hasta la fecha el Gobierno sólo había prohibido su uso en centros sanitarios y educativos, medios de transporte, zonas de juego y parques infantiles, y limitado su publicidad.
No obstante, ahora Sanidad da un paso más y desarrolla una regulación específica para la venta de estos ‘dispositivos susceptibles de liberación de nicotina’, tal como los denomina para justificar su inclusión como productos relacionados con el tabaquismo.
Respecto a su venta, Sanidad establece que tanto los dispositivos como sus accesorios, incluidos los líquidos de recarga, no podrán venderse en «establecimientos distintos de expendedurías de tabaco y timbre, tiendas especializadas, farmacias y parafarmacias».
Los cigarros electrónicos fundamentalmente se adquirían a través de Internet, en farmacias, estancos y en establecimientos específicos. Sin embargo próximamente las tiendas que los vendan deberán tener un registro documentado de los productos que distribuyan, estarán sometidos a la vigilancia e inspección de las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas y deberán contar con la organización y medios ante posibles riesgos potenciales relacionados con estos productos. También deberán inscribirse en un Registro de Responsables de la Comercialización de Dispositivos Susceptibles de Liberación de Nicotina y de Productos de Hierbas para Fumar, ya que de lo contrario se podrían exponer a multas de entre 3.000 a 15.000 euros.
Quedará prohibida «la venta ambulante, la venta en máquinas expendedoras y la venta a distancia, incluidos Internet y los demás servicios de la sociedad de la información«. Además, se prohibirá a los fabricantes o vendedores de estos productos dar muestras gratuitas, ofertas y descuentos.
También quedará prohibida su publicidad y su promoción «como métodos de ayuda para dejar de fumar. Por ahora, los lugares en que se prohíbe vapear no han sido ampliados como habían pedido muchas sociedades científicas, que exigían que se equiparara al tabaco y que no se pudiera ‘vapear’ en bares y restaurantes.
Junto a muchas organizaciones de empresarios y usuarios del vapeo, nosotros ya nos estamos moviendo en defensa del vapeo ¿A qué esperas tú?