Dejar de fumar no es fácil, y los fracasos son altos. Hasta ahora, las únicas opciones que cuentan con el visto bueno de la ciencia son las terapias sustitutivas de nicotina (parches y chicles), el antidepresivo bupropion y las técnicas psicológicas. El cigarro electrónico se asemeja a un cigarro convencional con la diferencia de que no es inflamable. Proporciona similares sensaciones satisfaciendo nuestros sentidos, y por eso revolucionó el mercado en su momento. ¿El secreto? Satisface la adicción de los fumadores de tabaco de manera placentera y relajada, con el fin de aliviar el sufrimiento de dejar de fumar.
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